Siempre me sedujo lo prohibido, quizás por su condición de tal. Quién sabe. El tema es que mi destino me llevaba por senderos equivocados infinidad de veces. Una y otra vez caminando caminos similares, transitando los mismos sentimientos, escupiendo las mismas estúpidas palabras de amor, vomitando las mismas penas, alojando oscuros pensamientos.
No sé qué fuerzas gravitatorias me llevaron a él, ni me siguen conduciendo por los mismos lugares. Sólo sé que por una vez quiero romper las leyes de la gravedad, y ser libre.
domingo, 29 de noviembre de 2009
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